Informe OTLE 2021

4.1.3 Balance y conclusiones

Como se ha mencionado anteriormente, el año 2020 está marcado por una movilidad excepcionalmente baja motivada por la pandemia del COVID-19, lo que ha impactado también en la reducción del número de siniestros.

Los accidentes con víctimas descendieron un -29,9 % respecto al año 2019, mientras que las víctimas mortales en las carreteras disminuyeron un -21,9 %, registrando 1.370 personas fallecidas en 2020.

Para relacionar las variaciones en la movilidad con las producidas en las cifras de accidentes y víctimas mortales se utilizan los índices de peligrosidad y mortalidad. En 2020, el análisis de ambos índices para el ámbito interurbano mostró un descenso del índice de peligrosidad (IP) del -8,2 %, mientras que el índice de mortalidad se incrementó en un +1,6 %.

Todo ello indica que, a pesar de reducirse el número de accidentes con víctimas en las vías interurbanas en 2020, los accidentes producidos han presentado una mayor letalidad, arrojando un mayor número de víctimas mortales por cada accidente, posiblemente derivado de la mayor presión en el sistema sanitario durante la pandemia del COVID-19.

Por otra parte, la comparativa con los principales países europeos (Francia, Alemania e Italia) refleja cómo España se encuentra a la cabeza en la reducción de las cifras de víctimas mortales alcanzadas en 2005, fecha en la cual entró en vigor el carné por puntos, entre otras medidas.