5.1.3 Eficiencia energética
La eficiencia energética, definida como la energía final consumida por unidad de transporte, permite evaluar la capacidad de cada modo de transportar viajeros y mercancías con el menor gasto energético posible. A este respecto, el transporte por ferrocarril presenta una clara ventaja sobre el resto de modos analizados, como puede apreciarse en el gráfico siguiente, con un consumo inferior a la tercera parte del de los otros dos modos analizados.
Gráfico 215. Consumo de energía por unidad de tráfico (TJ/UT-km) por modos. 2019
Fuente: Elaboración propia del OTLE con datos del Sistema Español de Inventario y Proyecciones de Emisiones a la Atmósfera de gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), DGC, OFE y AENA S.M.E., S.A. (Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana)
El gráfico anterior muestra el consumo de energía por unidad de tráfico por modo de transporte, medido en TeraJulios por unidad de tráfico-kilómetro, en el año 2019.
La mayor eficiencia del ferrocarril frente a la carretera se debe en parte al alto número de viajeros y volumen de mercancías que puede transportarse en cada desplazamiento. En el otro extremo, la propia naturaleza del modo aéreo, con la alta intensidad energética que requieren los viajes de estas características, lo convierte en el menos eficiente energéticamente, a pesar de ser un transporte masivo de alta capacidad.
Si se compara la desagregación de cada modo en viajeros y mercancías, la diferencia entre los modos ferroviario y carretera es aún más pronunciada. Como se aprecia en los gráficos siguientes, el transporte de mercancías en ferrocarril es casi 5 veces más eficiente que la carretera. La diferencia de eficiencia entre estos dos modos en el transporte de viajeros es menos acusada, aunque el ferrocarril sigue siendo algo más de 3 veces más eficiente que la carretera, como se observa en los gráficos a continuación.
Gráfico 216. Consumo de energía en el transporte de viajeros por unidad de transporte para los modos ferroviario y carretera (TJ/viajeros-km). 2019
Fuente: Elaboración propia del OTLE con datos del Sistema Español de Inventario y Proyecciones de Emisiones a la Atmósfera de gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), DGC, OFE y Renfe
El gráfico anterior muestra el consumo de energía en el transporte de viajeros por unidad de transporte para los modos ferroviario y carretera, medido en TeraJulios por viajero-kilómetro, en el año 2019.
Gráfico 217. Consumo de energía en el transporte de mercancías por unidad de transporte para los modos ferroviario y carretera (TJ/t-km). 2019
Fuente: Elaboración propia del OTLE con datos del Sistema Español de Inventario y Proyecciones de Emisiones a la Atmósfera de gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), DGC, OFE, Renfe y ADIF.
El gráfico anterior muestra el consumo de energía en el transporte de mercancías por unidad de transporte para los modos ferroviario y carretera, medido en TeraJulios por tonelada-kilómetro, en el año 2019.
De manera global y teniendo en cuenta las matizaciones propias de las metodologías y fuentes empleadas, cabe concluir que el ferrocarril sigue siendo con diferencia el modo de transporte más eficiente energéticamente de los tres considerados. En el ámbito terrestre, sigue existiendo una diferencia evidente en la eficiencia de los modos ferrocarril y carretera, especialmente en el transporte de mercancías, como se ha comentado anteriormente. Durante 2019, la eficiencia del transporte ferroviario se ha mantenido prácticamente constante respecto a 2018. En la eficiencia del transporte por carretera, se mantiene la tendencia de mejora de la eficiencia, con una reducción del -0,94 % del consumo por unidad de transporte en 2019 respecto a 2018. Este decrecimiento puede ser debido principalmente al incremento en la electrificación del transporte y al incremento de la utilización de los biocarburantes.
En cuanto al modo aéreo, en el último año se ha reducido el consumo por unidad de transporte en casi un -3,5 %, y desde el año 2005 se ha reducido en más de un -33 %, lo que evidencia la continua renovación de las flotas por las aerolíneas y los avances tecnológicos de las aeronaves, que permiten una importante mejora en la eficiencia ya que, además de la mejora en la sostenibilidad, el carburante tiene un importante peso en los costes de operación.